Jamil Fernández, asesor legal de la Asociación de Pequeños y Medianos Propietarios de Buses y Autobuses de Transporte Público de Venezuela, comentó que la tarifa actual del pasaje no es suficiente para garantizar la operatividad de las unidades, por lo que los asociados de Carabobo se han unido para pedir la instalación de una mesa de negociación para que se ajuste el costo de las rutas urbanas y suburbanas.
En el último aumento oficial de las tarifas se estableció el costo de las rutas cortas en 2,5 bolívares y las largas a partir de 5 bolívares, generalmente entre municipios. Particularmente en Carabobo, algunos conductores y colectores han estado cobrando informalmente 4 bolívares para las rutas cortas, desde que comenzó diciembre.
En una visita a El Carabobeño, Fernández invocó al artículo 51 de la Constitución para resaltar que de no aumentar el pasaje, podría generarse una paralización en el transporte público y «el pueblo trabajador sería el primer afectado».
Refirió que el Ministerio del Transporte debe tomar en cuenta que el aumento del dólar impacta en el incremento de los repuestos, los cauchos, el aceite, entre otros.
Otro factor a tomar en cuenta es que el 30% de la flota de autobuses de la entidad requiere gasolina, y en el estado se ha presentado una escasez de combustible que está afectando su operatividad. La única estación de servicio subsidiada disponible en Valencia era la del Big Low Center. Pidieron que les dieran prioridad para surtirse.
Finalmente, la propuesta desde la Asociación es negociar y ajustar las tarifas del pasaje de manera equitativa, anclándolas a una divisa o criptomoneda, planteando ubicarlas en 0,50 centavos de dólar o entre 0,007 a 0,0085 petro.
