La Escuela Cecilio Acosta, ubicada en San Cristóbal, fue víctima de la delincuencia en abril del presente año. Un grupo de delincuentes hurtó el cableado eléctrico que surtía luz a la institución, dejando al plantel sin electricidad desde mencionada fecha, lo que ha afectado la operatividad de la escuela.
Un grupo de representantes denunciaron públicamente las condiciones en las que se encuentra la escuela y las complejidades que implica poder impartir y recibir clases en el plantel. Expresaron que la misma se está prácticamente a oscuras y que hay espacios donde no se ve nada por la falta de luz.
«No solo se robaron los cables externos, sino, inclusive, ingresaron al centro educativo y se llevaron el cable de todas las tomas principales y las brequeras», comentó con indignación una de las representantes.
Corpoelec, el gobernador del estado Táchira, la primera dama del estado y el alcalde de San Cristóbal, han sido algunas de las autoridades que los padres y representantes de la Escuela Cecilio Acosta han visitado para solicitarles apoyo con respecto al estado de la institución, de los cuales no han recibido ningún tipo de respuesta y solución.
Disminución de la matrícula de la Escuela Cecilio Acosta
Ante las precarias condiciones de la escuela, la matrícula de la misma ha disminuido significativamente. Actualmente, asiste un total de 59 niños, quienes al criterio de sus padres no reciben clases como corresponde, y se les están vulnerando sus derechos a ver clases y recibir educación de una manera digna. Por lo tanto, hicieron un llamado al Consejo de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes a que también atienda este caso.
Agregaron que el día que se conoció el robo del cableado en abril del 2022, el personal junto con los representantes acudieron al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), pero nunca conocieron un informe concreto sobre las investigaciones.
Los alumnos, docentes y representantes siguen a la espera de alguna solución de un ente gubernamental, pues comentan que es desesperante que los niños vean clases en estas condiciones.