Este lunes 21 de noviembre, la Universidad de Oriente (UDO) arribó a su 64° aniversario. En el estado Anzoátegui, la «Casa Más Alta» celebró la fecha con la graduación de más de 1.500 nuevos profesionales.
Quienes hacen vida en la UDO, la consideran una pieza fundamental para la formación y el desarrollo del país. Asimismo, la califican como un frente de lucha por la democracia, que continúa dando la batalla en medio de las adversidades.
«La UDO representa ese lugar, esa casa que me dio la oportunidad de formarme y desarrollarme. Estar en la universidad es dejarte contagiar por los valores. Es como ese pequeño país que te forma a la hora de ser un ciudadano», dijo Luis Rojas, estudiante del último semestre de Medicina.
Rojas comentó que es todo un reto lo que ha enfrentado el alumnado de esta generación, que quedó marcada por las vivencias de los años 2017 y 2018, cuando la crisis económica y el éxodo masivo de venezolanos comenzó a golpear duramente al sector.
«Lamentablemente, muchos amigos se nos fueron y no pudieron terminar sus sueños por la crisis país y por todas las vicisitudes. Aunado a eso, enfrentamos la pandemia y el desvalijamiento de nuestras instalaciones. De alguna u otra manera eso repercutió en los estudiantes, quienes ahora salimos con una conciencia de país muy grande y de lo que significa ser udista», agregó.
Amor a su trabajo
También existen quienes desde hace un buen tiempo han dedicado su vida a laborar en las instalaciones de la UDO, y hoy en día afirman que se ha convertido en su segunda casa. Tal es el caso del señor Ignacio Díaz, que desde hace 21 años trabaja en el recinto.
«Yo llevo la universidad en mi corazón. La universidad es referencia a nivel nacional y mundial, donde se han formado miles de profesionales, donde se le da respuesta a la comunidad en ese eslogan ‘del pueblo venimos hacia el pueblo vamos’. Allí tienen cabida todos, desde el hijo del médico hasta el del pescador», comentó.
Díaz manifestó sentirse orgulloso de pertenecer a la familia udista, conformada por autoridades, profesores, obreros y estudiantes. «Todos los días aportamos un granito de arena para hoy ver cristalizado el sueño de la universidad, que es producir profesionales», pronunció el también secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UDO (Sintraudo).
De las aulas de la UDO
La licenciada Marinel Guerra es una de las que en el año 1997 tuvo el privilegio de graduarse como Contadora Pública en la UDO. 25 años después, el amor por su alma máter sigue intacto. «Ser udista es una emoción, un orgullo», dice entre lágrimas.
Para la ingeniero civil Sandra Alarcón, la promoción de este lunes fue histórica. Y es que es el primer acto que se hace de forma presencial luego de tres años de pandemia. «Da una emoción increíble. Lo que se sintió fue mágico, ya que este tipo de acto nos motiva a persistir. Sí se puede», expresó la graduanda, quien además es coordinadora de Monitor Desca en el estado Anzoátegui.
