En la investigación titulada ‘Las guerrillas colombovenezolanas: la migración de la guerra de Colombia hacia Venezuela’, la fundación Insight Crime reveló que el 40 % del Ejército de Liberación Nacional (ELN), organización guerrillera insurgente catalogada como binacional, opera en 40 municipios de 8 estados de Venezuela.
Lo anterior representa, según el informe, «más del doble de los 11 municipios de cuatro estados donde la fundación ha confirmado la presencia de disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y mucho más que cualquier otro grupo armado ilegal en el país».
Las guerrillas colombianas han sido bien recibidas en Venezuela, al menos desde 1998, sostiene el informe. Pero, desde la desmovilización de las FARC, en 2017, la presencia de los grupos al margen de la ley en el vecino país se intensificó, a tal punto que dicho territorio dejó de ser un simple refugio para convertirse en una «base de operaciones».
La investigación detalló que la guerrilla tiene presencia en los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, Barinas, Bolívar, Guárico, Táchira y Zulia.
Las disidencias de las FARC y el ELN, destaca el informe, controlan las rutas del narcotráfico, las operaciones de minería ilegal y otras economías criminales en Venezuela. Asimismo, sus filas están llenas de reclutas colombianos y venezolanos, han creado redes de apoyo en diferentes poblaciones de aquel país y son la autoridad de facto en muchos territorios desatendidos por el Estado venezolano.
Insight Crime señala cómo las guerrillas se volvieron binacionales
El informe de Insight Crime sostiene que el proceso mediante el cual las guerrillas se volvieron binacionales comenzó en 2002, con «una campaña militar sin precedentes ordenada por el expresidente Álvaro Uribe y financiada por Estados Unidos».
Indica varios frentes de las disidencias que se asentaron en estados venezolanos, como el Acacio Medina, el Frente 10 y la denominada Segunda Marquetalia. También menciona que el proceso de paz con las FARC fue una ocasión que aprovechó el ELN para dominar territorios que antes estaban en manos de la desmovilizada guerrilla.
«Venezuela es para ellos un santuario estratégico y están llevando a cabo la revolución que nunca pudieron hacer en Colombia», comentó Luis Trejos, académico e investigador experto en el conflicto colombiano, refiriéndose al ELN. «Por eso han apostado tanto por Venezuela».
La fundación aseguró que la presión militar «empujó» a los rebeldes hacia Venezuela, en donde encontraron no solo un refugio, sino a un aliado en Hugo Chávez, con quien no solo compartían «puntos de vista políticos, sino también enemigos: el gobierno derechista de Colombia y su patrocinador, Estados Unidos». Pero, tras la firma del Acuerdo Final de Paz, en 2016, con las FARC, los grupos armados se volvieron «verdaderamente binacionales», cuando las disidencias se fueron al vecino país.
Reclutan personas en extrema pobreza
Tanto en Venezuela como en Colombia, los grupos armados han aprovechado la extrema pobreza y el abandono estatal para reclutar nuevos integrantes. «Vienen ofreciendo no charlas políticas, sino dinero y comida, que son escasos en Venezuela. La gente es susceptible a eso, y dice ‘no voy a recibir ninguna ayuda del Estado venezolano y me voy a morir de hambre, así que mejor me voy con esta gente’», testificó un trabajador de derechos humanos del estado de Amazonas a Insight Crime.
Además, el informe revela que los grupos armados se presentan como «defensores» del gobierno de Nicolás Maduro y la revolución bolivariana de Hugo Chávez, según les revelaron pobladores locales a los investigadores de la fundación.
A juicio de Insight Crime, estos grupos armados tendrían vínculos con políticos locales para poder operar con tranquilidad en los territorios venezolanos. Dice el informe que aquellas alianzas se han puesto de manifiesto desde 2021, y pone de ejemplo la elección del gobernador de Táchira, en la que ganó Freddy Bernal con intervención del ELN.
«Hacían reuniones para organizar a la gente para que votara por Bernal, siempre hablaban de que la gente tenía que votar por el ‘comandante Bernal’», narró un funcionario municipal a la fundación.
Grupos paramilitares y el Gobierno de Venezuela
El informe también planteó que los grupos armados son «socios comerciales» de elementos del Estado venezolano, sobornan a funcionarios para traficar droga impunemente.
Por otro lado, los grupos armados colombianos colaborarían con las fuerzas armadas venezolanas, a tal punto de convertirse en «fuerzas de choque» o quienes realizan «el trabajo sucio del gobierno», por lo cual Insight Crime se preguntó: «¿Son insurgentes o paramilitares progubernamentales?».
«En Venezuela, el ELN es un grupo paramilitar, no una insurgencia armada. Allí apoyan al gobierno, mientras que aquí en Colombia luchan contra él», le aseveró Trejos a la fundación.
El informe sugirió que los grupos armados tendrían más intereses en negocios que cercanía ideológica con el gobierno venezolano. Por eso, compara al actuar de las guerrillas colombianas en Venezuela con el fenómeno del paramilitarismo en Colombia, y concluye que esos grupos armados son la principal amenaza a la seguridad de ambos países.