Psicólogos merideños exhortan a la sociedad a educarse sobre la depresión, ideación suicida, suicidio y otros trastornos psicológicos y psiquiátricos que puedan afectar la salud e higiene mental de las personas.
Francis Torres, psicóloga del Centro de Atención Médica Integral de la Universidad de Los Andes (CAMIULA), identificó la sintomatología común de una persona con depresión o ideación suicida, entre ellos están la ansiedad, pensar en los problemas constantemente, soledad, trastornos del sueño y alimenticios, así como baja autoestima.
«Hay factores, que no es la regla, en la que las personas orientan su conducta, por ejemplo, el sentirse solo, pero, no decirlo, no socializar ni abrirse a nuevas experiencias, también se presentan trastornos del sueño, trastornos alimenticios, es decir, es multifactorial, es una seria amplia que influyen en la conducta», afirmó Torres.
Dónde acudir
La psicóloga Torres indicó que en Mérida hay varios servicios gratuitos y privados en donde los usuarios pueden recibir ayuda profesional, entre ellos el servicio de psiquiatría y psicología del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes, en donde hay un equipo de psicólogos y psiquiatras que atiende de manera especializada los diferentes grupos sociales, niñez, adolescencia y adultez.
Para casos más complejos, el Iahula también ofrece un servicio de hospitalización de 30 días en la Unidad de Psiquiatría Aguda, en donde buscan la estabilización de los pacientes. No obstante, su tiempo es limitado, actualmente Mérida no cuenta con un psiquiátrico permanente. En el caso del CAMIULA, se efectúan jornadas de orientación psicológica y psicoeducación para el paciente.
Rol de la familia
Maylin Pérez, representante del Colegio Nacional de Psicólogos en Mérida, puntualizó que el rol de la familia es fundamental, por lo que recomienda que al detectar a un familiar o amigo con rasgos de depresión o ideación suicida, se le pueda acompañar desde la empatía, dejando a un lado el juzgar a la persona o minimizar lo que está pasando.
Asimismo, brindarle las herramientas necesarias para que acuda a un profesional en el área de la salud mental, psicólogo o psiquiatra, quienes son los únicos profesionales que pueden atender a este tipo de usuarios. «Con acompañarlo desde la empatía y llevarlo a un sitio donde pueda asistirse es suficiente, no es necesario que saques tus estigmas o lo etiquetes cuando alguien está pasando por un mal momento, solo con acompañarlos durante el proceso es un buen paso», dijo la experta.
Llamado a las autoridades
Pérez exhortó a las autoridades gubernamentales a crear políticas públicas en la que se inserte la atención psiquiátrica y psicológica, orientación vocacional, psicoeducación, para lograr entornos de comunidades, trabajo y academia más inclusivos y empáticos, en los cuales se tome a toda persona en cuenta y que la salud mental sea medular.
«En el tema del suicidio no hay nada que pueda evitar que una persona accione, sin embargo, si hay muchas herramientas de prevención que beneficia a los usuarios. Hay muchos hospitales y ambulatorios en Mérida que están desasistidos en esta atención, además de que no hay cargos en la que se pueda ejercer estas profesiones para atender a estas personas; por ende es fundamental generar políticas públicas acordes a las necesidades», comentó la psicóloga.
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