En zozobra se encuentran las más de 500 familias que conforman la parroquia Francisco Romero Lobo en San Cristóbal, estado Táchira, luego de que se terminara de ir la calzada del puente sobre el río Zúñiga a raíz de las fuertes lluvias.
En virtud de que se desplomó dicha calzada, la entrada y salida de la zona se ha tornado aún más complicada, luego de este hecho el pasado sábado por la noche.
Ezequiel Urbina, habitante de la comunidad, explicó que actualmente solo pueden pasar personas caminando, puesto que las motos que suelen recorrer la zona logran pasar a riesgo, el tránsito de carros es imposible.
«Necesitamos que el gobierno asigne recursos lo más antes posible, para solucionar esto», dijo.
Sin embargo, hasta la fecha no han recibido respuesta oportuna, ni tampoco una supervisión de algún organismo gubernamental.
La exigencia para solucionar problema del puente
Urbina explicó que una de las principales soluciones para poder proteger el puente y evitar una desgracia en la zona es la construcción de bolsacreto, esto serviría como una especie de muro de protección para el puente y evitaría que, si el caudal aumenta significativamente, afecte definitivamente lo poco que queda del puente.
Manifestó que, «se necesita la construcción de una bolsacreto, para así proteger el puente, de lo contrario se vendrá al piso y quedaremos incomunicados por mucho tiempo y puede ser peor».
Los deslizamientos
La parroquia Francisco Romero Lobo, es una zona rural a las afueras de San Cristóbal. Su vía, desde hace varios años, ha presentado fuertes daños, los cuales se han ido pronunciando con el pasar del tiempo.
Las fuertes precipitaciones siempre son una razón más para que los habitantes de Macanillo o La Florida, comunidades que se encuentran en esta parroquia, se preocupen.
En algunas oportunidades los deslizamientos son de tal magnitud que logran obstaculizar por completo la vialidad, dejándolos incomunicados por semanas enteras.
La reparación de esta carretera es una exigencia que vienen realizando desde hace varios años los vecinos de la zona, exigencia que ha quedado en el aire y hasta la fecha no se ha registrado solución.