La caída masiva del SAIME se ha convertido en una barrera para que los venezolanos no puedan continuar con sus estudios en el extranjero

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Tras casi tres meses de que la pagina web del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME) estuviera fuera de servicio, los integrantes de dicha institución reconocieron la caída de esta por medio de un comunicado, atribuyendo la responsabilidad de la problemática al “bloqueo tecnológico contra el país”, lo que ha limitado el desarrollo de la plataforma por un mes.

La adquisición de un documento de identidad en Venezuela se ha vuelto una aventura para la ciudadanía. Perder la cédula de identidad, renovar el pasaporte o intentar efectuar trámites de manera lícita para desplazarse a otros países en la región está categorizado como una pesadilla para muchos venezolanos.

Esta clase de tramites son totalmente engorrosos para los venezolanos en el territorio nacional o el extranjero, quienes han denunciado en las últimas semanas cada una de las limitaciones y consecuencias derivadas de la caída de la plataforma, además de expresar su indignación por las respuestas emitidas por la institución responsabilizando las sanciones colectivas impuestas al país como la principal razón de dicha problemática.

A pesar de los pronunciamientos por parte del SAIME, las vulneraciones de derechos humanos afectan a la población

Desde la organización no gubernamental (ONG) Acceso a la Justicia, denunciaron en redes sociales las consecuencias derivadas de esta caída del SAIME a nivel nacional e internacional. La situación transgrede el derecho a la identidad, en la medida en que los venezolanos no pueden acceder de manera inmediata a sus documentos de identificación tal como se establece en la constitución en el artículo 56.

“(…) afecta el derecho al libre tránsito porque los venezolanos sin pasaporte no pueden salir del país. Esto, a su vez, afecta el derecho a la reunificación familiar, tomando en cuenta que somos un país con una migración de más de 6 millones de personas” resaltó en twitter la organización.

También, esta situación afecta el derecho a la libre disposición de bienes, en medida en que alguna de las personas no puede realizar negociaciones jurídicas por la carencia de documentos públicos de identidad a su disposición o aquellas barreras para mover el dinero líquido en sus cuentas bancarias, ya que al no contar con cédula de identidad realizar estas acciones resulta prácticamente imposible.

Los problemas en la plataforma persisten

La plataforma del SAIME inició a presentar fallas a partir del 21 de junio. Esta venía funcionando de manera intermitente, pero a partir de esta fecha los usuarios no habían podido ingresar y la mayoría de los trámites se encontraban paralizados.

El 17 de julio la institución anuncia la reactivación del servicio. Sin embargo, diferentes usuarios efectuaron sus denuncias vía redes sociales donde exponen que han sido timados por parte del SAIME, señalaron que el pago que previamente habían realizado antes de la caída del sistema no está reflejado, por lo que desaparecieron sus citas y acciones desarrolladas antes de la caída de la plataforma web.

 “Hice la solicitud del pasaporte, pero ahora no hay rastro de pago, ni nada”, escribió el usuario identificado como Jaiden Martínez en su cuenta de Twitter.

Estudiantes, docentes y venezolanos pierden oportunidades en el extranjero por la caída masiva del SAIME.

Una joven venezolana perdió su beca en la universidad Soborna de Francia por no tener pasaporte, lo que le impidió cumplir con uno de los criterios para el sostenimiento de dicho beneficio.

En base al reporte desarrollado por el diario Crónica Uno se logra constatar que esta chica tuvo que esperar cinco meses para obtener su cédula por primera vez y su pasaporte, justo cuando estaba por concretar su cita del pasaporte se cayó el sistema del SAIME.

“Además de perder su beca de 900 euros mensuales, lo cual le permitía pagar sus estudios, hospedaje y manutención. Leila también perdió la residencia estudiantil donde se alojaba. Ha perdido todo en cinco meses esperando aquí en Venezuela”, detalló para Crónica Uno Mayra, madre de la niña.

El retraso para la obtención de sus documentos en Venezuela le ha generado una deuda de 300 euros con la universidad donde cursa sus estudios, teme por no poder llegar a su acto de grado por la falta de un pasaporte que les permita cumplir con la documentación reglamentaria para salir del territorio nacional.

La caída masiva del SAIME se ha convertido en una barrera para que los venezolanos no puedan continuar con sus estudios en el extranjero
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Daniel Marín

Corresponsal del estado Nueva Esparta

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