La llegada del ciclón Bonnie a la Isla de Margarita afectó las estructuras improvisadas de los Centros de Detención Preventiva (CDP) de la entidad Insular que pocas veces se les da mantenimiento necesario. Esto generó goteras y sobrecarga de agua en los calabozos derivada de las ventanas de estas estructuras.
Esta situación fue denunciada por familiares de las víctimas ante la organización Una ventana a la libertad. Relataron su preocupación por el desarrollo de esta tormenta tropical y la situación en que se encuentran los detenidos en la Isla de Margarita.
«Cuando llueve los calabozos se anegan, nos preocupaba que se convirtiera en un ciclón porque eso iba ser horrible. Hablé con mi esposo y me dijo que pasaron una mala noche. El agua entra por las ventanas y puertas, sin contar las goteras” dijo Yuly Malavé ante el equipo de prensa de Una ventana a la libertad.
Explican tanto los que duermen en las hamacas como los que usan el suelo para descansar, todos están expuestos para el agua bajo condiciones inhumanas.
“Hace mucho tiempo no frisan esos techos entonces hay varias goteras. A las ventanas les ponen cartones para evitar que entre el agua. Lamentablemente el calor es sofocante con tantas personas hacinadas y a veces es mejor mojarse” dijo uno de los allegados a los reos.
Condiciones inhumanas dentro de los CDP
Los familiares de los privados de libertad que se encuentran distantes a la Isla de Margarita comentan que las refacciones de los calabozos son necesarias para brindar condiciones adecuadas a los reos en estas zonas.
“Hace unas semanas vino Douglas Rico a reinaugurar esta sede. Todos los espacios están impecables, menos el calabozo. Eso es horrible por dentro. La ventana por donde se ventila este espacio está alta y por ahí entró mucha agua anoche. Esto pasa siempre con las lluvias”, relató Maritza Marín ante el equipo de Una Ventana Para La Libertad.
Asimismo, Marín calificó como inhumanas las condiciones en las que se encuentran estas personas mientras esperan el desarrollo de su proceso judicial. Señalando que en este proceso de aislamiento se encuentran vulnerando sus derechos. “Es inhumano que sigan metiendo gente a esas cuevas y no hagan nada por mejorar ese espacio. Yo no dormí pensando que mi hijo estaba mojándose, además de la mala noche. También se me puede enfermar y no tengo ni para un tachipirín”, acotó Marín.
Traumas y vulneraciones de derechos se vive en los calabozos de Nueva Esparta
El equipo de La TV Calle, por medio de una entrevista exclusiva, logró conversar con un ex presidiario del estado Nueva Esparta. Narró, en calidad de anonimato, lo difícil que fue sus días en los CDP de la entidad Insular y varios de los retos que tuvo que enfrentar bajo estas condiciones inhumanas en las que se encontraba.
“Metían hasta 20 personas en un mismo calabozo, cuando llovía nos mojamos. Para ir al baño era un proceso porque tenia que hacer mis necesidades frente a todas estas personas. Además, dormía en el suelo o si no me la pasaba recostado de la reja esperando que me dictaran mi medida de libertad” dijo el ciudadano.
También, expuso que en muchos casos eran maltratados verbalmente. El ambiente no es nada humano como lo expone el texto constitucional y actualmente padece de diversos traumas al dormir por recordar sus duros días injustamente en la cárcel.
“Para movernos en el calabozo era muy difícil. Nosotros no teníamos un régimen abierto donde se pueda descansar o pensar al menos en cuál fue el hecho que nos dejó en ese lugar. Solo estaba en una cueva oscura donde no podía solicitar condiciones humanas y debía luchar como un animal para sobrevivir” comentó el ex presidiario.
Finalmente, en Venezuela a nivel constitucional los procesos de rehabilitación se establecen bajo un modelo abierto donde se habla de cárceles humanitarias y la reinserción del delincuente a la sociedad tal como lo establece el articulo 272, pero este proceso de aislamiento se ha vuelto una travesía inhumana llena de actos crueles, torturas y maltratos que trasgreden los Derechos Humanos.