Jóvenes en la Isla de Margarita dejan de asistir con regularidad a las escuelas para buscar en las calles algo que comer. El incremento de basura y desechos en diferentes sectores se ha vuelto un agente contaminante en los municipios de la entidad Insular; con el incremento de la crisis en el país, las personas comen directamente de estos residuos situados en las calles.
En el municipio García, Mariño, Gómez y Marcano se ha vuelto común observar a grupos de personas dispersos en áreas repletas de agentes contaminantes, hurgando dentro de la basura, buscando sobras o pedazos de alimentos en buen estado para comer, en vista que no poseen recursos para costear comida para su día a día.
Los vecinos del Valle del Espíritu Santo han observado durante semanas en este primer trimestre del año, la manera en que los jóvenes caminan cerca de “la parada hacia Porlamar” buscando algo que comer. “Generalmente se paran cerca de un terreno vacío por la calle de la alcaldía. Esto para buscar en las cajas y bolsas de basura los desechos o pedazos de alimentos. Les hemos preguntado por qué buscan ese tipo de cosas y dicen que es la manera más sencilla de encontrar comida” dijo uno de los vecinos del sector.
Asimismo, en las calles del centro de Porlamar, específicamente en la plaza Bolívar, puede observarse el otro lado de la Isla de Margarita, donde niños, niñas o adultos piden limosnas a la población para costear un plato de comida ante estos tiempos difíciles.
La chatarra, el trabajo informal o la búsqueda en la basura se ha vuelto la alternativa de algunos jóvenes en Margarita
Varios transportistas, durante su periodo de espera en las colas de gasolina en diferentes estaciones de servicio, han observado cómo los niños llegan hasta sus unidades de transporte pidiendo ayuda para comprar algún producto alimenticio para sus familiares.
“Le he preguntado a estos niños que vienen a pedir dinero acerca de su asistencia a clases. Ellos solo me dicen que si no salen a la calle pueden morir de hambre. Por lo tanto, abandonan sus estudios para buscar comida” afirma Armando ante La TV Calle.
De esta misma manera, hay casos de jóvenes que migran del sector escolar para empezar a recorrer las calles entre municipios. Para así lograr recolectar chatarras o materiales de hierro que les permita efectuar un canje por comida o algún otro tipo de ingreso.
Asimismo, en el casco comercial de la Isla de Margarita es donde suele observarse con mayor frecuencia el aumento de los niveles de pobreza. Hay una cantidad alarmante de niños en las calles que viven entre la basura buscando desechos que les haga peso dentro de sus estómagos vacíos.
Finalmente, las condiciones dignas de vida han venido desapareciendo con el transcurrir del tiempo. Muchos jóvenes que desde temprana edad, producto de la crisis, se ven en la obligación de acudir a vertederos de desechos, basureros, empleos informales o espacios públicos para obtener algún tipo de fuente que les permita satisfacer alguna de sus necesidades alimenticias.