La captura de 4 bandas dedicadas, desde 2021, a la trata de mujeres jóvenes y adolescentes con fines de explotación sexual en Nueva Esparta, pone en la mira a la entidad insular como un punto estratégico para las redes dedicadas a ese delito. La isla, junto a Sucre, Delta Amacuro y otros estados costeros, se ha convertido en uno de los escenarios de proliferación de estas redes; se aprovechan del movimiento migratorio causado por la crisis humanitaria del país. En estos dos últimos años rescataron a 2 víctimas, una joven y una adolescente, a quienes prostituían bajo amenaza de muerte. Esto se conoció en el monitoreo realizado por el Observatorio Venezolano de Violencia Nueva Esparta (OVV Nueva Esparta).
Se estima que el subregistro de víctimas es mucho mayor. Algunos testimonios recabados por el equipo, muestran que la trata de personas funciona desde hace más de una década en la entidad; tanto para el mercado interno vinculado al turismo, como hacia el exterior.
En el seguimiento de medios se conoció que a más de 120 venezolanas provenientes de distintos estados del país las rescataron los últimos tres años. Lo hicieron en procedimientos en República Dominicana, 63 víctimas entre noviembre y diciembre de 2021, de acuerdo a investigaciones de Insight Crime; también en Trinidad y Tobago, 61 mujeres entre 2019 y 2022, en reportes de IC y el Periódico del Delta.
«Se estima que aproximadamente al 40% de las víctimas las transportan desde el estado Sucre. Sin embargo, se ha detectado la movilización hacia Nueva Esparta y de allí a Trinidad y Tobago. Desde aquí las llevan a distintos destinos de Las Antillas, Europa y África», indicó el equipo del OVV Nueva Esparta.
Migrantes, los más vulnerables según el OVV
La trata es un delito que consiste en el uso de la fuerza u otras formas de coerción para ejercer control sobre una persona con fines de explotación, sea ésta sexual, trabajos forzados, extracción de órganos, entre otras formas. La explotación sexual sigue siendo la modalidad de trata más detectada mundialmente; las mujeres son las principales víctimas, siendo también vulnerables los niños, niñas y adolescentes. Esto según indica el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) de 2018.
En la mayoría de los casos, se encuentra presente el engaño, pero a veces puede darse con el consentimiento de la víctima. El foco, en realidad, está en las intenciones del explotador o perpetrador, quien se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima por factores psicológicos, socioeconómicos o culturales, según lo explica el referido documento.
El pliego de Unodc señala, en particular, la alta vulnerabilidad de los refugiados y de quienes viven en áreas afectadas por conflictos, como Venezuela. Por otra parte, un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos advierte que, por lo general, tras las redadas policiales en sitios vinculados a la trata, castigan las víctimas extranjeras por violar leyes de inmigración y no a los traficantes.
Ha habido casos de autoridades de Trinidad y Tobago que deportan a Venezuela a las víctimas o las envían a centros de detención de inmigración, mientras no se ha condenado a ningún tratante. Así lo señaló Insight Crime con base en aportes de la Red de Periodismo Investigativo del Caribe (Cijn por sus siglas en inglés).
Nuevos métodos
Actualmente, las redes sociales son el medio más utilizado para la captación de las víctimas. Se conoció del caso de una mujer de 26 años que reclutaba jóvenes a través de las plataformas virtuales con ofertas engañosas de empleo. Muchas de ellas con carreras universitarias, llegaban a Margarita y las trasladaban a Trinidad y Tobago, les quitaban su documentación y las forzaban a prostituirse. A la traficante la capturaron en octubre de 2021, en Los Robles, municipio Maneiro.
En agosto de ese mismo año, aprehendieron a un magistrado y exfuncionario de inteligencia de 50 años, mientras iba a Margarita desde el estado Sucre. El hombre, quien estaba solicitado por el delito de trata, empleaba las redes sociales para captar a las víctimas; en su perfil había adoptado la identidad de un adolescente de 14 años para engañarlas.
También se registró un caso donde se usaba la trata de personas para la elaboración y posterior difusión de contenidos pornográficos a través de Internet. Por este delito, en junio de 2021, capturaron a un hombre de nacionalidad peruana, de 52 años; y una venezolana de 21 años, en el sector Llano Adentro de Porlamar, municipio Mariño; quienes captaban a las jóvenes bajo engaño y luego las sometían a participar en las grabaciones. En el lugar rescataron una joven de 20 años.
Fenómeno de larga data
Para el equipo del OVV Nueva Esparta, la trata como delito no es un fenómeno moderno, aunque ha ido derivando en nuevos métodos y pareciera estar adquiriendo una mayor visibilidad como problema social.
Una fuente policial relató al equipo investigador que hace más de 10 años, se conoció de una venta informal de videos caseros o rudimentarios de contenido sexual, en las afueras de un centro comercial en Pampatar, municipio Maneiro, los cuales eran producidos por redes de trata y eran ocultados en las cubiertas de películas piratas (copias ilegales de filmes comerciales) en formato de DVD. En las grabaciones, según dijo el informante, aparecían hombres de aspecto extranjero y muchachas de apariencia criolla que parecían forzadas a realizarlas. Igualmente, se veían espacios exteriores y avisos de señalización vial del municipio Antolín del Campo (en la ruta a las playas El Agua, Parguito y otras localidades turísticas).
De allí que el negocio de la trata no es un fenómeno nuevo en la entidad. Sin embargo, pareciera ir evolucionando hacia variadas fases de este comercio ilegal como son la captación o el secuestro, el transporte, el albergue o la transferencia a otros países, además de la explotación en bares, spas, casinos y otros establecimientos.
El documento de la Unodc señala la necesidad de que la comunidad internacional profundice esfuerzos para promulgar leyes que penalicen la trata de personas, también para prevenirla y combatirla, así como para proteger y asistir a las víctimas con la cooperación transfronteriza.
Asistencia a víctimas según el OVV
Además del rescate, según el OVV es muy importante la asistencia a las víctimas. Hay secuelas físicas, psicológicas y sociales que deben atender. «Una vez que se liberan de las redes de trata, múltiples consecuencias perduran en sus vidas. Suelen tener una elevada carga de ansiedad y depresión, baja autoestima, así como dependencia extrema, no solo a personas sino en muchos casos también a las drogas con que muchas veces las coaccionan. En ocasiones sufren trastornos alimentarios y del sueño, además de que existe una alta posibilidad de que presenten trastorno de estrés postraumático (TEPT), especialmente ataques de pánico». Indicó la psicóloga Marjorie Bravo de Belo.
«Algunas de ellas se unen activamente al negocio, colaborando en el reclutamiento y traslado de otras jóvenes, en lo que pareciera una especie de Síndrome de Estocolmo (fenómeno paradójico de vinculación positiva con el captor como respuesta al trauma), pero esto no es muy frecuente», comentó la especialista.
Además, advirtió Bravo de Belo, hay consecuencias sociales, pues las víctimas muchas veces no se sienten preparadas para insertarse al sistema laboral y dejar la actividad, de manera que se requiere un acompañamiento profesional y también familiar para brindarles protección y ayudarlas a que puedan manejar y superar las profundas secuelas.
Finalmente, el equipo del OVV Nueva Esparta considera que, así como ha avanzado o se ha sofisticado este delito en organización trasnacional, también hay una mayor concienciación de los países en torno de esta problemática y una mayor definición en sus diversos aspectos, por lo que se requieren mayores esfuerzos de sensibilización, prevención y control en la entidad insular.