Cada 2 de mayo se conmemora el Día Internacional Contra el Bullying o Acoso Escolar. El objetivo de esta fecha es concientizar sobre el peligro que corren los niños dentro de las escuelas. Para los expertos en el área, América Latina es la región del mundo con mayor número de casos.
En Venezuela no se manejan datos actuales sobre el tópico, sin embargo las organizaciones que trabajan en ello alertan sobre un aumento significativo de los casos dentro de las escuelas y a través de las redes sociales.
Para el educador, terapeuta y fundador de Cecodap, Oscar Misle, el acoso escolar ha aumentado durante la pandemia a través del ciberbullying y, postpandemia, con el regreso a clases presenciales. Esto, según el educador, es producto también de los cambios físicos por el desarrollo y todo el tiempo en que los niños no han tenido contacto.
A pesar de que los índices siguen aumentando, los centros educativos tienen cada vez más límites para poder combatir con la violencia entre los menores. Misle indica que deben partir de reconocer el hecho para poder actuar, así como fomentar la educación emocional.
“El bullying no se puede justificar bajo ningún motivo. A veces escuchamos que el niño acosador sufre también de violencia, o de abandono, sin embargo, no se puede justificar las acciones violentas. Al contrario se debe atender desde la perspectiva psicológica tanto al agresor como al agredido”, comentó el experto.
¿Cómo afecta el acoso escolar a los niños?
Para la psicóloga y profesora de la Universidad de Los Andes, Jusnery Rujano, el acoso escolar es una conducta repetitiva e intencional de maltrato contra y entre los niños y adolescentes.
La docente universitaria resalta que puede evidenciarse por maltrato físico, psicológico, verbal y hostigamiento. Hechos que los menores aprenden de sus adultos de referencia.
«El acoso es repetitivo y sistemático. Entre los factores que podemos mencionar es el déficit de la comunicación y la calidad de los vínculos entre los niños y los adultos. En especial los padres, representantes y docentes. Asimismo, la migración también ha provocado relaciones difíciles entre los menores y sus padres», comentó la psicóloga.
Finalmente, alertó que el niño a quien se le hace bullying puede verse seriamente afectado, pasando por la disminución de la autoestima hasta casos de intento de suicidio.