Como medida de solidaridad con Ucrania, diversos activistas y defensores de DDHH en Nueva Esparta realizaron una vigilia en el marco de la campaña “Unidos por Ucrania” desarrollada por la ONG Un Mundo Sin Mordaza.
Aunque esta actividad se desarrolló en diferentes ciudades a nivel internacional, en Nueva Esparta se dio en los espacios de la plaza de los Robles, ubicado en el municipio Maneiro.
Todo esto forma parte de una acción simbólica cuyo objetivo era rendir homenaje a cada una de las víctimas de la invasión de Rusia en Ucrania. Ricardo Carvajal, representante de Un Mundo Sin Mordaza en la región insular, comentó más detalles sobre la vigilia.
“Estamos buscando, a través de la luz de las velas, enviar un mensaje de solidaridad con Ucrania, sobre todo a las víctimas de este conflicto armado. Hicimos un mapa repleto de mensajes donde solicitamos la paz para estos países”, dijo Carvajal.
También, señaló que “esta actividad simbólica busca hacer reflexionar a los margariteños ante este conflicto armado que inició el pasado mes de febrero y se ha vuelto en foco de vulneración constante de DDHH”.
Muestran solidaridad con Ucrania y con los que huyen de la guerra
El inicio de los ataques por parte de Rusia hacia Ucrania, el pasado 24 de febrero, ha traído consecuencias devastadoras para la población Ucraniana. Entre ellas, el incremento del número de desplazados en Europa.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) contabilizó más de 3 millones de civiles en condición de refugiados que han huido de Ucrania producto de la guerra.
Así pues, con esta cifra se alcanza la mitad de refugiados que posee Venezuela en la actualidad. Muchas de estas personas se encuentran escapando de las acciones ejecutadas por el gobierno de Rusia contra la soberanía de Ucrania.
“Entre estos desplazados podemos encontrar venezolanos y latinoamericanos que, de forma dolorosa, deben salir de Ucrania para entrar en el rango de refugiados”, indicó Carvajal.
Un caso emblemático de los desplazados en este conflicto, se encuentra el del venezolano Guillermo López, quien tiene 32 años y vivía en Dnipro, al este de Ucrania. Su esposa e hijos, un niño de 4 años y una niña de 8 meses, son ucranianos. Sin embargo, han sido parte de las víctimas de esta clase de conflictos. Pues han tenido que desplazarse por gran parte de Europa Oriental en búsqueda de un hogar alejado de la crisis.
También, durante la vigilia en Nueva Esparta, se hizo énfasis en que “este tipo de acciones empleadas por el gobierno ruso vulnera el artículo 2.4 de la Carta de Naciones Unidas. En esta se establece la protección a la soberanía de los países. No es justo emplear la fuerza militar para la resolución de conflictos”, finalizó el representante de Un Mundo Sin Mordaza.





