La activista para los derechos de la comunidad LGBTI, María Gabriela Martínez, aseguró que la realización de pactos simbólicos, celebrados el 8 de marzo en El Tigre, estado Anzoátegui, «son un paso» para la organización.
Sin embargo, manifestó que el convenio, promocionando por el alcalde del municipio Simón Rodríguez, Ernesto Paraqueima, todavía no soluciona las violaciones de los derechos humanos de la comunidad LGBTI. «No es un matrimonio como muchos pensaron, es un acto simbólico», acotó.
Martínez añadió que el acto beneficia a parejas del mismo sexo que tienen años viviendo juntas y que están dispuestas a compartir sus bienes. Además, sostuvo que el mismo permitirá visibilizar la lucha para seguir pidiendo el matrimonio igualitario en Venezuela. Esto sumado a la petición de organización en las diversas ONG de Caracas y todas las regiones.
«Hoy El Tigre da muestras de organización y de que podemos tener municipios más inclusivos», expresó la activista.
Rechazó las críticas hacia la comunidad LGBTI
La unión por pacto de convivencia que se realizó en El Tigre, donde tres parejas decidieron darse el sí simbólicamente, generó críticas por el presunto cobro de 400 dólares para quienes quisieran participar.
Respecto al tema, María Gabriela sostuvo que el costo antes mencionado no es para poder participar. Pues, corresponde a un paquete que las parejas pueden pagar de manera voluntaria, el cual es avalado por una agencia de viajes. «No se les cobra nada», manifestó.
Por otro lado, comunidades cristianas, evangélicas y católicas se movilizaron por las calles de la ciudad tigrense como medida de rechazo. Todo, con la finalidad de rechazar y exigir la no realización de este tipo de eventos. Así lo denunció en su momento el Movimiento Somos en su cuenta de Twitter.