El abogado y defensor de DDHH en Anzoátegui, José Santoyo, informó este martes que pedirá a las autoridades sanitarias del estado que se investigue el presunto cobro ilegal a pacientes en los hospitales públicos. Esto, como consecuencia de la falta de insumos y equipos.
Santoyo hizo un llamado de atención a aquellas personas que laboran en centros asistenciales y que se lucran pidiendo dinero a los familiares de los enfermos para colocarles tratamientos o asignarles camas para su atención y recuperación.
“He recibido varias denuncias de personas que han estado en delicadas condiciones de salud y les cobran hasta 50 dólares por asegurarles la colocación de medicamentos a tiempo”, dijo el defensor de los DD.HH. “También solicitan insumos a los familiares que ya hay dentro de los hospitales. No digo que todos lo hagan, pero ese mínimo porcentaje está afectando al resto”, agregó.
Asimismo, el activista exhortó al presidente del Instituto Autónomo para la Salud en Anzoátegui (Saludanz) y al director del Hospital Luis Razetti de Barcelona, para que se pronuncien públicamente. Sobre todo, respecto a la falta de dotación y “el abuso de investidura” dentro de los recintos hospitalarios.
“El llamado también es para los pacientes y familiares que han sido víctimas de estos abusos por parte de algunos trabajadores de la salud. Hagan las denuncias ante los cuerpos de seguridad del Estado y evitemos que otras personas pasen por la misma situación”, apuntó.
Sin protección ante el COVID-19 en los hospitales públicos
Santoyo también rechazó el aumento de contagios por COVID-19 que afecta al personal de salud. Esto, por falta de equipos de bioseguridad, un tema que considera tiene que ser abordado de manera urgente. Señaló que se ha generado un repunte de contagios en el Hospital Razetti y en el Domingo Guzmán Lander de Las Garzas. Este último, adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Indicó que entre enero y febrero se reportaron unos 450 trabajadores de la salud infectados con la nueva cepa del virus.
“No es posible que la dotación de mascarillas, guantes y bragas solo la están garantizando al personal que labora en las áreas COVID-19 de los centros asistenciales. El resto de los trabajadores también se exponen y se convierten en agentes contagiosos dentro de estos recintos. Es un peligro hasta para los pacientes que ingresan con otras patologías”, puntualizó.