Desde hace más de 100 años en la región zuliana se extrae la base fundamental de la energía mundial, lo cual trajo años de estabilidad y riqueza inmensurable a los venezolanos: el petróleo.
Con el pasar del tiempo se profundizaron las perversiones que crean las riquezas cuando son heredadas y no construidas con el esfuerzo y sacrificio. Esto, generó un clima de insatisfacción e incertidumbre en la población.
El retroceso es rotundo pese al petróleo
Los marabinos viven una crisis de sentido cotidiano, pues estar pendiente de cuándo llega el agua o no saber cuándo tendrán servicio eléctrico modifica la rutina de vida totalmente.
Los habitantes además cocinan a leña, compran a diario lo que van a comer porque no pueden refrigerar los alimentos por la falta de electricidad y caminan kilómetros para abastecerse de agua.
El tormentoso silencio causado por la desconexión eléctrica puede durar hasta 8 horas diarias. De mañana, tarde, noche o madrugada, la vida de los “marginados” ciudadanos del estado occidental se va consumiendo de a poco.

El problema de nunca acabar: la gasolina
Por otro lado, la gasolina se ha convertido en el nuevo “oro” de los zulianos. Los ciudadanos se han visto en la obligación de “acampar” en las estaciones para poder llenar sus tanques, enfrentándose a los mosquitos, robos durante las noches, o la imposibilidad de surtirse al día siguiente.
La crisis de hidrocarburos acompaña a la capital zuliana desde hace meses, incluso mucho antes de la pandemia por el coronavirus. Se han aplicado medidas, pero la crisis parece no querer rendirse.

Crisis eléctrica eterna
José Leonardo Caldera, legislador de la entidad zuliana, aseguró que el mundo sigue avanzando en cuanto a la generación de energía alternativa y sostenible, mientras que las sanciones se han convertido en la excusa perfecta del gobierno nacional para no ocuparse de la problemática que padece la región.
“Por mi parte, soy optimista en cuanto la posibilidad de aprovechar el potencial que tiene nuestro estado. Todo, para impulsar nuestros recursos naturales de manera responsable para generar no solo la autosuficiencia energética sino también aportar a gran parte del país”, aseguró.
Caldera recalcó que la entidad tiene todo para volver a ser el motor del desarrollo nacional. Pues, espera que pueda pasar de ser un estado petrolero sin petróleo al estado con el mejor margen en cuanto a generación de energía. Esto, con disminución de impacto ambiental.