El Centro de Atención Médica Integral de la Universidad de Los Andes (CAMIULA) presenta un déficit de personal de un 40%. Esto como consecuencia de los salarios de hambre y de las renuncias masivas en el centro de atención.
Adán Colina, director del centro de salud universitario, indicó que la falta de personal es consecuencia de los sueldos que reciben los trabajadores. Pues, actualmente el salario no llega ni a 10 dólares mensuales, por lo cual los empleados deben buscar otros ingresos para poder sobrevivir.
Colina indicó que tan solo en el personal de vigilancia se necesitan tres por turno, pero en muchas ocasiones solo pueden contar con uno solo. Dicha situación afecta directamente a la seguridad del recinto de salud debido a que se han registrado robos por esta falta de personal.
Además, aclaró que durante el hurto registrado el pasado lunes 07 de febrero, en horas de la noche en la zona posterior del Camiula, sí se encontraban los tres vigilantes. Sin embargo, estos «no hicieron las rondas correspondientes».
«En el personal obrero se necesitan actualmente 8 personas más. En el área de mantenimiento 3 personas más. Nos hacen falta como 6 enfermeras más para poder atender a quienes vienen a recibir ayuda médica. Prácticamente, necesitamos un 40% del total del personal, pero es difícil porque no tenemos presupuesto», confirmó Colina.
Por otro lado, el doctor comentó que en todos los servicios se han registrado renuncias o reposo médico por enfermedad, maternidad o contagio del COVID-19. Por ende, el CAMIULA no tiene actualmente capacidad de respuesta para la atención de los ulandinos.
«No hay estímulo. La ULA gradúa todos los años cientos de especialistas de todas las áreas, tanto médicos como enfermeros y odontólogos. Pero los niveles paupérrimos de los pagos impiden que la gente se incorpore a trabajar», expuso el también profesor ulandino.