La mañana de este miércoles, trabajadores de la Universidad de Oriente (UDO), núcleo Anzoátegui, realizaron una nueva protesta. Esto, para rechazar el bajo salario y la ausencia de beneficios laborales, una situación que los pone entre la espada y la pared a la hora de necesitarlos.
Hasta en momentos delicados, los empleados de la «casa más alta» deben andar «en corre corre». Pues, afirmaron que no cuentan con seguro HCM (Hospitalización, Cirugía y Maternidad) ni seguro funerario.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UDO (Sintraudo), Ignacio Díaz, denunció las circunstancias por las que está atravesando el personal que labora en la institución. Asimismo, manifestó que ninguno cuenta con un salario digno para cubrir sus necesidades.
«Se nos están muriendo los trabajadores. Este fin de semana murió un profesor porque sencillamente no tenía cómo hacerse un eco. Ni siquiera cómo comprar sus medicamentos. Entonces después viene la calamidad de que tampoco tenemos cómo darle sepultura. Esta es una dramática situación que estamos viviendo», expresó el gremialista.
Hacen sacrificios para trabajar por el salario que reciben
Díaz acotó que los trabajadores de la UDO no cuentan con los recursos necesarios para hacer vida dentro del lugar, que además ha sido desvalijado por la delincuencia. Alegó que se están perdiendo puestos de trabajo, además de la estabilidad, dentro de una institución que le brinda servicios a «los futuros gerentes de nuestro país».
Por su parte, el señor Agustín Villalba, quien es secretario general del Sindicato de Obreros de la universidad, manifestó que el salario que actualmente devengan es de miseria. Acotó que se encuentran pasando necesidad, pues no les alcanza ni para comer.
«Hacemos un llamado para que vean la necesidad que estamos pasando las universidades a nivel nacional. Tenemos un salario de hambre, de miseria, pasando necesidad (…) Nos vemos imposibilitados, porque en verdad no nos da para absolutamente nada. Ni para comer nos da», expresó.
Finalmente, Villaba agregó que los empleados de la Universidad de Oriente deben hacer inmensos sacrificios para acudir a sus sitios de trabajo para que la casa de estudios mantenga sus puertas abiertas. «¿Cómo sacamos a Venezuela adelante? Este es un atraso para los bachilleres», concluyó.