Trabajadores del ambulatorio tipo III de Carora, el segundo centro asistencial de más envergadura de la ciudad, realizaron una reunión con la directiva para poder realizar solicitudes de mejoría de sus jornadas de trabajo. Esto, debido a las problemáticas que se les han presentado para el traslado, con sus turnos y con las medidas de bioseguridad.
“La situación COVID-19 cada día empeora. Según la Gaceta Oficial se nos debería garantizar las medidas de bioseguridad para atender a nuestros pacientes, pero realmente no las tenemos”, declaró Yanneris Sánchez, enfermera del área de emergencia del ambulatorio tipo III.
Sánchez también afirmó que comenzaron los amedrentamientos por denunciar las condiciones. “Comenzaron a amedrentarnos. No nos podemos quejar porque los jefes nos dicen que si no nos gusta, renunciemos. Pero ellos tienen que entender que no venimos por el salario, sino porque realmente nos gusta, porque nosotros somos quienes le damos vida al ambulatorio”, comentó.
Algunas de las personas que allí laboran deben ingeniárselas para poder asistir al recinto. Pues, viven en otras localidades, y debido a la crisis con respecto al combustible, se vuelve una odisea llegar en el horario de trabajo.
Asimismo, el personal de salud de la emergencia del ambulatorio tipo III afirma estar cansado de no ser tomados en cuenta dentro de la institución. Denuncian que no se les gestiona ningún tipo de beneficios y sus turnos y horarios son violentados la mayoría de las veces.
Sumado a esto, los trabajadores del ambulatorio expresaron que las condiciones del recinto hacen incómodo el proceso de laborar allí. La institución tiene filtraciones, camas viejas y sucias, pasillos sin luz, sin mencionar la deficiencia de insumos.
