“Los pacientes de pediatría no son atendidos por falta de cama. Actualmente contamos solamente con 12 camas y 3 de aislamiento, lo que realmente es muy poco. Por ende, esto nos lleva a no poder aceptar el ingreso de más niños”, declaró Pablo Mosquera, camillero del área de salud pediátrica del Hospital Pastor Oropeza de la ciudad de Carora.
Sumado a la poca cantidad de camas para atender a pacientes de pediatría, los adolescentes son enviados al área de adultos para recibir atención. Esto, en lugar de habilitar espacios para ser atendidos.
De igual manera, la ausencia de especialistas es una realidad en el hospital. Desde hace tres años los pacientes son atendidos por médicos generales. Asimismo, la falta de personal a nivel general (camilleros, enfermeras, aseadores entre otros), obliga a que sean los mismos familiares quienes presten esos servicios.
Situación de la salud pediátrica y de las otras áreas del hospital
En cuanto a las consultas externas para hacer el seguimiento de los casos, ya no se realiza dentro del centro hospitalario. Por ello, los familiares deben pagar consultas en centros de salud privados, las cuales se estiman entre 20$ y 40$.
Todo esto sin contar con los exámenes o medicamentos que se requieran. De esta forma, la situación influye a que los pacientes, que deben monitorear su salud constantemente, no puedan hacerlo por los altos costos.
Pablo Mosquera, coordinador del Comité de Salud de la ONG Guerreros por el Bienestar Social, afirmó que “la salud pediátrica no tiene dolientes en Carora. Ingresar al Hospital Pastor Oropeza es estar junto a San Pedro, sin saber si regresas a casa o mueres”.
Su declaración resalta las pésimas condiciones en las que se encuentra el centro de salud, destacando que no cuenta con ambulancias para los traslados, ni con servicio de agua constante y óptimo. Así pues, esto es una muestra de las grandes deficiencias en la prestación del servicio pediátrico.